miércoles, 29 de octubre de 2008


Miro el ejemplo en tus ojos, y los mios se llenan de lágrimas. Me lastimas tratando de resguardarme del dolor, y yo en mi posición de víctima una vez mas por obra de palabras que hieren, me siento culpable , irreversiblemente triste, con el entreseño fruncido, sin control sobre el olvido, con el corazón partido. Me resigno a esas frases de consuelo, de arreglo, me alejo de la nueva posible paz y me ahogo en rencor, que terriblemente domina mis sentimientos mas puros haciéndolos falsos y livianos, tan delicados como el cristal. De pronto me doy cuenta que estoy sola, rodeada de diversas mentiras, mentiras permitidas, mentiras blancas, mentiras en vano, mentiras piadosas, mentiras oscuras y mentiras vulnerables. Poseyendo el don de su percepción es mas difícil ignorarla y mas fácil la desilusión. Pero me terminas convenciendo que estoy muy lejos, que nada es como me parece y que tu amor y tu ternura son las mejores verdades que me invaden día a día. Finalmente me doy cuenta que así es, y mis nubes y nudos de remordimiento y pensamientos se esfuman y vuelve a mi esa agradable sensación de sentirme otra vez querida.Perdón por inventar historias internas, perdón por dar vuelta mi cabeza.

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