martes, 5 de enero de 2010


Me condenó a extrañarlo llegando a ser una necesidad, locura agradable, infinita sensación.
Él, que encuentra belleza donde no la hay y la vuelve maravilla. El autor de mi felicidad continua.
Sin darnos cuenta, distraidos por amor nos despertó la mañana con esa extraña y desconocida sensación de compañía, de calor, embriagados de sonrisas.
Me mira, lo miro. Si, somos reales, nos acariciamos para confirmarlo.Es mio, solo mio y soy suya, solo suya. Nos dejamos manejar al antojo del tiempo. En silencio nos escuchamos, nuestras mentes que divagan entre las miles de cosas que nos decimos con una sola mirada. ¡ Que increíble es el amor !

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