
Mis palabras sonaron seguras, sin rastros de miedo, dominantes y con un dejo de orden. Las milésimas de segundos que tardó su respuesta fue un sin fin de posibilidades en mi mente, una fugaz película con una gran variedad de finales pasó ante mi. Sus ojos fulminaron a los míos buscando mentira. Su respuesta fue una inesperada petición que hizo que repitiera mi guión.
Sus brazos se apoderaron de mi cuerpo y mi cuello se rindió ante sus labios. El espacio que nos separaba ya no existía. Nuevamente nuestros cuerpos se movían al compás de nuestras respiraciones, pero esta vez teníamos pensado llegar mas allá. Nuestras miradas se cruzaban llenas de placer y cariño, sedientos uno del otro.Las vendas que escondían nuestra piel iban desapareciendo en la marcha como por arte de magia.
La palabra "miedo" salió de mi boca y por un lapso de tiempo me invadió la vergüenza, ¡ pero que estúpida sonaba! sin embargo enseguida mi mente opto por el olvido y se centró en lo que estaba a punto de ocurrir.
Sus manos me recorrían sabiamente , sabía llevar tan bien la situación, me generaba infinita confianza, incontables sonrisas, indescriptible placer...
Fuimos uno, apartados del mundo, un anexo de la realidad, acompañados (al menos en mi caso) de un sin fin de nuevas sensaciones, sumida en una respiración acelerada interrumpida entre besos y besos. Nuestros cuerpos comenzaros a generar un calor incontrolable que generó rápidamente un sudor que nos baño a ambos sin mínima importancia.
Horas fueron las que me quedé en silencio observándolo dormir, sus ojos verdes ya no seguían a los míos, su expresión tan dulce y calma me provocaba tanta felicidad. Me era imposible no tocar su piel, mis manos recorrían su rostro tratando de guardar cada detalle en mi mente para cuando no este más a mi lado.
Sus brazos se apoderaron de mi cuerpo y mi cuello se rindió ante sus labios. El espacio que nos separaba ya no existía. Nuevamente nuestros cuerpos se movían al compás de nuestras respiraciones, pero esta vez teníamos pensado llegar mas allá. Nuestras miradas se cruzaban llenas de placer y cariño, sedientos uno del otro.Las vendas que escondían nuestra piel iban desapareciendo en la marcha como por arte de magia.
La palabra "miedo" salió de mi boca y por un lapso de tiempo me invadió la vergüenza, ¡ pero que estúpida sonaba! sin embargo enseguida mi mente opto por el olvido y se centró en lo que estaba a punto de ocurrir.
Sus manos me recorrían sabiamente , sabía llevar tan bien la situación, me generaba infinita confianza, incontables sonrisas, indescriptible placer...
Fuimos uno, apartados del mundo, un anexo de la realidad, acompañados (al menos en mi caso) de un sin fin de nuevas sensaciones, sumida en una respiración acelerada interrumpida entre besos y besos. Nuestros cuerpos comenzaros a generar un calor incontrolable que generó rápidamente un sudor que nos baño a ambos sin mínima importancia.
Horas fueron las que me quedé en silencio observándolo dormir, sus ojos verdes ya no seguían a los míos, su expresión tan dulce y calma me provocaba tanta felicidad. Me era imposible no tocar su piel, mis manos recorrían su rostro tratando de guardar cada detalle en mi mente para cuando no este más a mi lado.
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