lunes, 10 de agosto de 2015

El misterio ocurre
cuando las palabras
no cubren.
Cuando la mirada
intenta transmitir
lo que el alma
GRITA
ALMA


Semi dormida se van marcando con fuego los sujetadores de mi porta-ligas.
El maquillaje termina siendo un fracaso absoluto dejando arte en la almohada, y un vino blanco sin destapar muere casi congelado...
El teléfono es dueño de mis expectativas y el tiempo que va lentamente enterrando la noche para recibir a un vacío sol, derrumba mis ilusiones.El cenicero está lleno de pensamientos y mis labios, reteniendo el humo del tabaco, se fruncen de desamor.
 Intento llenar el vacío con televisión basura pero no es de gran ayuda, la voz de la conciencia es mas fuerte que mil multitudes al unísono
y controla el cuerpo entero...
Espero dormir pronto
sin darme cuenta
y despertar sin esta soledad
que me estrangula el alma.







Sin sábanas
bajo sus almas
juegan con el día
y la noche,

Sus ojos se encuentran
con el sol
y sus labios
con el sur.


Se mimetizan 
con una cama desnuda
y la esencia 
de sus cuerpos
les pinta la piel.
Luna de durazno
con cara triste
no llores lagrimas de noche
que tu presencia
es la mas exquisita
en esta velada
de pensamientos opuestos.

Frágil percepción
del bienestar
y del dolor

te pierdo
te busco
te encuentro
y me calmo
con piel de durazno
te siento
y te amo.
Dulce compañía
que mis pies resguarda
con ojos de noche cerrada
pasando de la tempestad
a la calma.
JUEGA ENTRE MIS SÁBANAS
EL PLACER DE LO PROHIBIDO
DEL SILENCIO ACUMULADO
DE UNA LOCURA SIN TESTIGOS

JUEGA CON MI PIEL
              CON MI MENTE
              CON MI SEXO


JUEGA.
Sus cuerpos se atraen como polos opuestos en un universo de placer.
Bailan y juegan con la seducción
con la mirada
con el tacto
con la desesperación...

La sangre hierve debajo de la piel y muestra salvajismo.
El pulso se acelera y retumba en el pecho violento buscando volar...
Sus labios bailan ritmos idénticos y exploran más allá del mundo,
La luz tenue acentúa el brillo del sudor que los sumerge y sus brazos se vuelven cadenas imposibles de romper.

La bestia embiste una y otra vez a su presa, que sin disimularlo disfruta y se retuerce.
Sus garras marcan el recorrido hacia el infierno y su boca pide más.

De pronto el cielo se siente cercano,
huele a victoria,
a poder,
a satisfacción
y saboreando con antelación
explota el mundo


Inertes, como intentando perpetuar el instante más maravilloso, mezcla entre lo terrenal y lo universal, se funden en un abrazo de pieles desnudas. Dulce.